Pobreza infantil'En invierno pongo a los hijos a vivir a oscuras' carta de una madre

Pobreza infantil

'En invierno pongo a los hijos a vivir a oscuras'

• Tiene tres hijos y no trabaja desde 2012: en España ya hay 2,3 millones de niños pobres

• La pobreza infantil es del 27,5%, dicen datos del INE recogidos por Unicef

• Tiene la casa repleta de cuadernos llenos de cuentas que nunca cuadran, una nevera pequeñita donde sobra demasiado espacio y unos ojos muy abiertos -azules como el cielo del valle del Nalón- acostumbrados a no ver.

  No ver futuro.

  No ver trabajo.

  No ver comida.

  A eso juegan a veces: los cierran (así), aguantan la respiración (así) y no sienten el hambre.

  «En invierno pongo a los niños a vivir a oscuras, porque nos cortan la luz. La primera vez les asustó. Pero ya lo ven como algo normal. Al mayor [12 años] lo mando al prao aquí en Pola de Laviana a por palos, para calentar la comida. Ellos saben las cuentas, se las he explicado con los cuadernos en la mano. La pequeña [cuatro] dice: 'No tenemos luz porque somos probes'. Y luego hay cosas... Cuando a la mediana [nueve] le dan alguna propina para gominolas por ahí, ella me viene sonriendo con la moneda, y me la extiende: 'Toma, mamá, para comprar leche'».

  Tiene 34 años, hasta hace dos trabajaba de charcutera o de pescadera, de cajera o de recepcionista. Ya no. No tiene nombre lo suyo, pero en este reportaje se llamará Luisa.

  -No quiero que aparezca el nombre. Ni que se me vea la cara. Por los niños.

  -Lo importante es que hablemos.

  -Sí, la gente se piensa que en España no se pasa hambre. Y eso no es verdad. Los niños hay veces que se van a la cama sin comer. O no comiendo todo lo que querrían. Yo paso hambre, mucha. Hambre de ésa que hace que te suene la barriga. Si tengo tres piezas de pesca y las pongo en la mesa y se han comido ellos las tres, pues ya está. No queda nada. No pasa nada. Así ha de ser. Está bien.

  Podríamos escribir aquí y ahora que la tasa de pobreza infantil ya es del 27,5% en España. Pero ningún dato tan esclarecedor como los ceros a la izquierda de Luisa, sus restas con llevadas, esta división donde tocan a muy poco.

  

  La cifra que damos está en el informe de Unicef que se presenta hoy,La infancia en España 2014. El valor social de los niños: hacia un pacto de Estado por la infancia. El relato de Luisa que ofrecemos está escrito en una nota en la nevera: «Saben de memoria cuándo es mediados de mes. Porque abren el frigorífico y ven que no ven. Que hay mucho espacio vacío. Cosas que no hay».

  Lo que no hay va en aumento, como un mapa al que hubiera salida una mancha que crece. Más de 2,3 millones de niños viven en situación de pobreza en nuestro país y la curva sigue su ascenso leve.

  Si en 2004 la tasa de riesgo de pobreza en menores de 16 años estaba en torno al 25% (críos que están en familias con ingresos por debajo del 60% de la mediana: esto es, 17.040 euros por año en un hogar con dos adultos y dos pequeños), hoy los datos del INErecogidos por la ONG dicen que ya alcanza el 27,5%.

  Un cuarto de siglo después de la Convención de Derechos del Niño, con las elecciones autonómicas a la vista, la plataforma de organizaciones de infancia (53 colectivos detrás) está haciendo lobbycon la idea: hace falta un Pacto de Toledo para los menores. Es verdad que no votan, pero la pobreza estructural (uno de cada cuatro vive en precario) urge a tomar medidas de impacto.

  «Los niños son el colectivo históricamente más desprotegido de la sociedad», señala Marta Arias, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia del Comité Español de Unicef. «Tradicionalmente, cuando se hablaba de pobreza, se pensaba en los mayores. Pero las estadísticas demuestran que esto no es así: ellos han sido los únicos que han visto protegida su situación, gracias a las pensiones y a políticas específicas», argumenta. «Pues bien, en la infancia no hay ninguna herramienta».

  En 21 de los 27 países de la Unión Europea existe algún tipo de prestación por hijo a cargo. Los seis que no la tienen (España entre ellos) están entre los 10 campeones de la pobreza infantil. Si se estableciese una asignación universal por una cuantía mínima de 1.200 euros por niño y año, las proyecciones de Unicef calculan que la pobreza infantil se reduciría en un 19% y la adulta caería un 7%. Todo por unos 9.000 millones, esto es, bastante menos de la mitad de lo que costó rescatar a Bankia.

  Rescatar a Luisa es otra cosa.

  Rescatar sus ganas, la mirada que se pierde en el Nalón, lo que tuvo y ya no: trabajaba en una empresa de ayuda a domicilio, pero vinieron los recortes en la dependencia con sus tijeras melladas y se quedó sin sueldo. En casa entran 700 euros (lo poco que le queda del Inem, más un par de pensiones meguantes que le pasan dos de sus tres ex parejas), el alquiler cuesta 300. Todo se acabará pronto. O no.

  «El mayor, que tiene 12 años, no lo entiende. Dice que cómo es que hay niños que tienen tres consolas y él no tiene ni para zapatos. Yo le saco los cuadernos, le enseño las cuentas. En Pola de Laviana se meten con ellos en el colegio porque siempre van con las mismas playeras. Pero bueno, también tienen compañeros que lo comparten todo con ellos. Todo. Niños que les dan de comer en el recreo si ven que no tienen. Niños muy buenos, me dicen».