viernes, 21 de noviembre de 2014

Aumenta la inquietud vecinal por el turismo en Ciutat Vella y el Eixample

ENCUESTA ANUAL DE SERVICIOS DE BARCELONA

Aumenta la inquietud vecinal por el turismo en Ciutat Vella y el Eixample

La lista de los principales problemas ciudadanos sigue encabezada por la economía y la inseguridad

Los barceloneses se muestran algo más optimistas sobre el futuro de la ciudad y la recuperación

Muy lejos de las cifras del podio de los principales problemas de Barcelona -paro/condiciones de trabajo, inseguridad y problemas económicos- pero en ascenso, el turismo se ha colado en solo un año en el top de preocupaciones urbanas en el centro de la ciudad, especialmente en los distritos de Ciutat Vella y el Eixample.
En el conjunto de Barcelona, esta inquietud se diluye hasta el 3,8% de las respuestas aportadas espontáneamente por los 6.000 entrevistados en la Encuesta de Servicios Municipales 2014, pero la tendencia alcista es clara: este índice se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años.
El último barómetro trimestral del ayuntamiento, publicado en julio, ya apuntaba esta tendencia. Pese a la importancia económica del turismo para la ciudad, la presión que ejerce sobre algunos núcleos se deja notar: es sintomático que en barrios como la Sagrada Família sea percibido ya como el principal mal y el segundo en la mitad de Ciutat Vella.
El sondeo, que evalúa la gestión municipal y sus servicios públicos, tiene como nota omnipresente un mayor optimismo tras varios años poco esperanzadores. Lo constatan que el problema del paro se percibe como menos alarmante (baja del 26% del año pasado al 22,5%) y que la inquietud económica también baja casi dos puntos. Un tercio de barceloneses piensan que la ciudad ha mejorado en el último año (por encima de las valoraciones de los años de la crisis) y casi los dos tercios restantes creen que lo hará en el futuro.
En el ámbito de lo personal también baja varios puntos la economía como primer problema, y se reducen ocho quienes creen que su economía familiar ha empeorado, aunque sigan siendo casi dos de cada tres (61%). Es la primera vez que las perspectivas mejoran desde el inicio de la recesión.
MENOS PRESIÓN / Aligerada, aunque levemente, la percepción de la crisis, la ciudadanía parece poner el foco en la cuestión del turismo, que hace cuatro años aparecía en la cola entre más de 20 cuestiones. Incluso en un barrio, El Parc, la Llacuna i Vila Olímpica, emerge como primera preocupación para la ciudad. Y como tercera en el conjunto de los distritos de Ciutat Vella (9,5%, donde la inseguridad copa un 30,6% y los ruidos un 11,3%) y el Eixample (10,2%). Preguntados ya por los problemas de su barrio, en la Sagrada Família (21,4%) ocupa la primera posición, mientras que es segundo en la Barceloneta (15,8%) y Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, solo superado por la inseguridad. El primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, consideró ayer que el porcentaje general (3,8%) «no es exagerado» y responde a una situación «coyuntural», donde el turismo es un tema de debate. No obstante, la encuesta se realizó de abril a junio, cuando no había estallado aún el conflicto de la Barceloneta, que podría haber agudizado esta percepción más crítica.
Forn recordó que otros sondeos municipales más específicos dejan clara «la gran aceptación ciudadana del turismo y sus beneficios» y cuando «se pregunta si se quiere atraer más turistas» la respuesta «mayoritaria» es afirmativa, explicó. Agregó que el ayuntamiento trabaja para reconducir algunos de los problemas surgidos en los últimos tiempos al respecto. Entre las principales demandas ciudadanas al consistorio, en cambio, no aparece medida alguna contra la supuesta excesiva afluencia turística.
MÁS SEGURA / Curiosamente, el otro gran quebradero de cabeza de los barceloneses más allá de lo económico, la inseguridad, copa el primer puestos en la clasificación general de los problemas de los barrios (en especial, en Ciutat Vella), pese a que sus resultados son mejores que en anteriores años. Y que su gestión ha pasado a un aprobado, con 5,5. De igual modo, aunque siempre generan quejas, el ruido y la circulación aprueban de forma continuada durante tres años. El notable llega para servicios como bibliotecas, recogida de basuras, el metro, centros cívicos y fiestas populares. Y el único suspenso en servicios se lo lleva el aparcamiento, algo que Forn justifica en tanto que «aparcar pagando no satisface». El Bicing, en cambio, obtiene ahora un 7 entre los usuarios.
El ayuntamiento sacó ayer pecho por sus teóricos logros, destacó Forn, en limpieza y seguridad. El edil destacó que la gestión municipal recibía la mejor puntuación de los últimos 10 años, con el 81,9% de aprobados.

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